De Corazón a Corazón

El principio de Dios con el ser humano es la comunicación

Después de la creación  Dios tuvo amistad íntima con Adán y Eva. La Biblia relata que ellos caminaban y hablaban todos los días como buenos amigos; eso implica una relación estrecha, perfecta,  y sana. Pero cuando  Eva cae en el engaño del enemigo, porque decidió oír  esa voz extraña que le hizo desobedecer el mandato de Dios (no comer del árbol prohibido) esa desobediencia provocó esconderse de la presencia Divina porque se dieron cuenta que habían pecado, lo que dió lugar a la ruptura de esa comunicación perfecta del principio.

Las relaciones sanas están basadas en el respeto mutuo, la sinceridad y la integridad; cada quien reconoce la dignidad  de la otra persona, el uno al otro se apoyan con enfoque positivo. Pero cuando surge un pensamiento de desconfianza, celo o envidia en alguna de las personas, comienzan a debilitarse los lazos de relación hasta el punto de romperse y sufrir un alejamiento temporal o definitivo con consecuencias de conductas por problemas emocionales y psicológicos que continuaran contaminando  el entorno de sus relaciones.

Se ha dado cuenta que es mas fácil toparse con personas que con mucha facilidad comentan los problemas ajenos? pero no ven los suyos propios, son ciegos a sus propios defectos. En consecuencia, sus mentes y sus corazones están dominados por las voces extrañas del tentador cuyo  objetivo es confundir y diluir la buena relación creando desconfianza y sentimientos de envidia, de celo y de intriga; ese ha sido su objetivo desde el principio y lo sigue siendo hasta el día de hoy, el sabe que sembrando la cizaña y el engaño en la mente de los seres humanos, tendrá una cosecha de esclavos infelices con el corazón endurecido hacia cosas buenas propensos al desorden y la rebeldía.

Toda relación interpersonal: de familia,  entre amigos, compañeros de trabajo, etc. se origina, es  sostenida y fortalecida por una buena comunicación. El punto de partida de una buena comunicación no es solo a través de palabras expresadas, signos o gestos; tampoco tiene que ver  con el volumen, modulación o tono de voz  o de técnicas  de lenguaje corporal; sino que es la que se  comunica de lo que hay en el corazón y en  la mente, quiero decir, de la forma de pensar; si los pensamientos son buenos, las acciones serán buenas; de esa manera usted esta comunicando a través de su forma de pensar.

Lo que hay en su pensamiento manifiesta en su comunicación

Lucas [8:11]-15 “Esta es, pues, la parábola: La semilla es la palabra de Dios. Y los de junto al camino son los que oyen, y luego viene el diablo y quita de su corazón la palabra, para que no crean y se salven. Los de sobre la piedra son los que habiendo oído, reciben la palabra con gozo; pero éstos no tienen raíces; creen por algún tiempo, y en el tiempo de la prueba se apartan. La que cayó entre espinos, éstos son los que oyen, pero yéndose, son ahogados por los afanes y las riquezas y los placeres de la vida, y no llevan fruto. Mas la que cayó en buena tierra, éstos son los que con corazón bueno y recto retienen la palabra oída, y dan fruto con perseverancia.”

Como saber a quien o que oír?

Mateo [12:33]-35
“…porque por el fruto se conoce el árbol… Porque de la abundancia del corazón habla la boca. El hombre bueno, del buen tesoro del corazón saca buenas cosas; y el hombre malo, del mal tesoro saca malas cosas.”

El estilo de pensar y la forma única de comunicarse están determinados por las cualidades y profundidad de lo que hay en el corazón. La inteligencia emocional y sensibilidad, la adversidad y la visión, junto con la capacidad de asegurar el equilibrio óptimo entre ellos y las diferentes situaciones, requerirán de oír la Palabra de Dios como dice en Proverbios [4:20]-21 “Hijo mío, está atento a mis palabras; Inclina tu oído a mis razones. No se aparten de tus ojos; Guárdalas en medio de tu corazón”.

Guardar la palabra de Dios en el corazón nos ayuda también a guardar todos nuestros sentidos y conservarnos en salud emocional y del alma, fortalecidos en el espíritu con sabiduría y discernimiento para apartarnos del mal y gozar de la paz interna y de las bendiciones de Dios. Aunque el mundo se este desmoronando por apartarse de Dios por causa del pecado, nuestra comunión con Dios por medio de Jesucristo nos guarda y  libra del pecado y de juicio, nos rodea en armonía con nuestros semejantes y con toda la obra de su creación.

Nuestra comunicación sea de corazón a corazón.

Gladys Arce: por medio de conferencias, charlas, talleres, seminarios enfocados en el desarrollo de la mujer en su rol de esposa, madre, profesional, empresaria y de negocios, tiene el propósito de ayudar a  fortalecer la relación de las familias.